CAPÍTULO 3
Me desperté, Jonathan no estaba
por ningún lado. Entonces oí la puerta. Me asusté y me levanté muy deprisa. Era
Jonathan venía de donde sus padres y me había comprado un vestido que quiso que
me probara.
-Seguro que te quedará genial. Póntelo.
Me lo puse y sacó una cámara,
empezó a hacerme fotos. Empezamos a jugar como cuando éramos niños. Salí
corriendo por toda la casa, pero él corría más que yo y me alcanzó cayéndonos
al suelo. Me besó lentamente. Me acariciaba la nuca con sus delicadas manos y
las bajó hasta rozar mis piernas, me levantaba un poco el vestido. Casi estuvo
a punto de llevarme a su cama, pero prefirió dejarlo para más adelante. Rozamos
nuestros cuerpos en compañía de la música, luego me acompañó a mi casa. Mi
madre todavía no había vuelto asique no me preocupe por decirle donde estuve.
Entré en mi habitación, todo me recordaba a mi padre. Incluso olía a él. Me
tiré en la cama y empecé a llorar desconsoladamente. Mi padre, me lo habían
arrebatado de una manera tan fácil. No lo comprendo. Llamé a mi madre, no me
cogía el teléfono, donde estaría. Salí a buscarle, pero estaba demasiado débil.
Me quedé en casa. A la mañana siguiente supuestamente iba al instituto, pero me
escaqueé. Me fui sin rumbo. Terminé en una carretera que no conocía. Llamé
desesperadamente a Jonathan para que me recogiera, pero no podía venir, estaba
trabajando asique hice auto stop. Me recogió un chico en un mercedes. Joven de
unos 25 años. Empezamos a hablar y le conté toda la historia, me quiso ayudar y me dio su teléfono, para lo
que necesitara. Me llevó a casa y se
quedó conmigo. Estuvimos viendo la tele y cada vez estaba más cerca hasta que llegó
un momento en que se me abalanzó y me beso. Me aparté muy deprisa pero despertó
algo en mí, Creyéndose que lo había evitado, se fue. Pero antes me hizo
prometerle que le llamaría. Me queda en shock, por la situación. Quizá debería haberme
dejado llevar.
Sms:
-Alba, te necesito, ven a mi
casa. Jonathan.
Fui corriendo, y me encontré con
la puerta abierta. Él estaba en el baño.
-Alba, ha venido tu amigo Rubén.
-Dios! ¿Te ha hecho algo?
-Desgraciadamente no, ¿estás bien
tú?
-Si… - Me senté encima de él y le
cure las heridas como pude. Sangraba demasiado.- Te quiero Jonathan.
-Yo te amo, Princesa. Te necesito
día a día a mi lado. Mi chica.
Sonreímos y nos besamos, pero ya
no sentía lo mismo. No era posible. ¿Me habría encaprichado con él y ahora no
lo quería?, algo estaba pasando.
-Patricia, te amo. Si supieras
todo lo que significas para mí.
Si tú supieras lo que pasa ahora
mismo por mi cabeza, te arrepentirías de haber vuelto. Dios!, que estúpida he
sido. Me tengo que centrar más en él.
Sms:
-Patricia, siento lo de antes, de
verdad estoy muy arrepentido. Te quiero.
Estoy confusa, él, o Rubén o
Jonathan. Caso error.